Alcabón

Ubicada al sur-oeste de la población, es el edificio religioso más emblemático. Fue erigida a partir de 1645 por Felipe Lázaro Goiti, arquitecto por entonces de la catedral de Toledo. La fábrica está realizada a base de mampostería y ladrillo macizo, asentándose sobre un potente zócalo-base realizado con sillares de piedra. La iglesia presenta una planta de cruz latina, cuya nave aparece dividida en tres tramos, con una cubierta de bóveda de cañón con amplios lunetos. El crucero aparece formado por arcos de medio punto con cubrición de bóveda de media naranja. De notable interés son los retablos del altar mayor, dedicados a santo Tomás y el dedicado a San Antonio, de los siglos XVII y XVIII respectivamente. Junto al porche de acceso se emplaza una torre-campanario de tres cuerpos, estando los dos superiores, decorados con pilastras en las esquinas, alojando el último los cuatro huecos de campanas.

El edificio, dedicado a la patrona de Alcabón, se halla a las afueras, en la carretera en dirección Torrijos. Datada en el siglo XVII, es una ermita de carácter popular que presenta planta de cruz latina. La nave única, se abre al crucero a través de un arco de medio punto, cubriéndose éste por una bóveda de media naranja sobre pechina, mientras que la nave lo hace con un falso techo adintelado.

Dos arcos de medio punto, de inferior luz que el anterior, dan paso a los brazos del crucero que se cierra con una bóveda de cañón. De nuevo, dos arcos semicirculares serán los que ofrezcan el paso al presbiterio, que presenta en planta dimensiones semejantes a los brazos, aunque con el segundo cuerpo, el que forma el cabecero, de inferior altura. A sendos lados del presbiterio se hallan dos pequeños cuartos cerrados que corresponden a la sacristía y a un trastero. La fábrica es de mampostería y ladrillo. En el exterior sobresale el cuerpo del crucero, más alto que el resto, con cubierta a cuatro aguas. El ingreso se hace por medio de una portada adintelada, alzándose sobre el hastial de los pies la sencilla espadaña de un ojo con cubierta curva. Del antiguo Vía Crucis de piedra que unía la ermita con la iglesia parroquial apenas si quedan restos.

De finales del s. XV, es el sencillo rollo jurisdiccional, símbolo del privilegio que D. Gutiérrez de Cárdenas otorgó a la villa de Alcabón. Éste se yergue en la actual plaza de España. Dicho ejemplar era de los llamados de descuartizamiento, y está formado por una columna con fuste de forma octogonal, rematado en su parte superior por un pequeño capitel desprovisto de decoración, a excepción de unas pequeñas bolas en sus cuatro esquinas. El capitel está rematado por cuatro garfios, llamados perillos de hierro forjado. Todo el "rollo" está labrado en piedra de granito oscuro. Las gradas sobre el que se asienta, son en la actualidad de ladrillo.

Hay que resaltar por el gran valor histórico-etnográfico que encierra, la pervivencia de un antiquísimo molino de aceite, así como una bodega-lagar que tiene adosada El molino se encuentra en una construcción del siglo XVIII donde se ubicaba la balsa del lagar. Dos enormes vigas de prensa de doce metros cada una captarán nuestra atención, habida cuenta que datan del siglo XVI. En la sala de la molienda dos molinos de sangre funcionaban gracias al tiro de un animal. El edificio, que alberga un museo-restaurante, propiedad privada que guarda como su joya más preciada un ingenio industrial dedicado a la fabricación de aceite excepcionalmente conservado, y que a tenor de las investigaciones que ya se han hecho se le pueda considerar como pieza única en España.