BORDADOS
La estampa era habitual en los pueblos de la provincia de Toledo: mujeres en calles y plazuela, en bajas sillas de enea, cosiendo y bordando con movimientos precisos y delicados.
De esa paciente y silenciosa laborar surgen los bordados toledanos. Labores calladas y discretas que contrastan con la belleza, colorido y riqueza artística de los productos que salen de sus talleres.