BORDADOS

La estampa era habitual en los pueblos de la provincia de Toledo: mujeres en calles y plazuela, en bajas sillas de enea, cosiendo y bordando con movimientos precisos y delicados.

De esa paciente y silenciosa laborar surgen los bordados toledanos. Labores calladas y discretas que contrastan con la belleza, colorido y riqueza artística de los productos que salen de sus talleres.

Tradición y arte en cada puntada

El lienzo, la lana, la seda, el hilo de oro o plata y el tergal se transforman, en las manos hábiles de estas artesanas del hilo y la aguja, en colchas, sábanas, mantelerías, cortinas, alforjas, trajes regionales, tapices, alfombras, mantones, reposteros… Belvís de la Jara, La Puebla de Montalbán, Oropesa y Talavera de la Reina son algunos de los municipios que mantienen viva la llama de la labor artesana del bordado.

Especial mención merece el trabajo realizado en los talleres de Navalcán, que conservan las antiguas raíces del bordado toledano, y en los de Lagartera, centro neurálgico de la artesanía del bordado con espectaculares y vistosos productos que alcanzan fama internacional y que mantienen viva esta rica tradición artesanal.

Otras tradiciones

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