CUERO

Guarnicionaría, marroquinería, bolsos, zurrones, botas, zapatos, incluso sillas de montar, los trabajos con la piel y el cuero como protagonistas gozan en la provincia de una merecida fama por su calidad y adaptación a los nuevos tiempos.

Las localidades de los Montes de Toledo conservan talleres en los que el intenso olor de los curtidos ambienta el trabajo que tiene en la calidad su seña de identidad.

El legado árabe en el cuero toledano

Las Ventas con Peña Aguilera, Los Navalvorales, Consuegra, Urda, San Pablo de los Montes, Cuerva, Talavera de la Reina, Santa Cruz de la Zarza y Madridejos son algunas de las localidades que trabajan el cuero y piel ofreciendo productos de uso diario que cuentan con un extraordinario valor añadido.

La artesanía del cuero ha estado presente en esta provincia desde la llegada de los árabes a tierras toledanas, así pues desde el siglo VIII se convirió en un importante oficio para los vecinos de los municipios antes mencionados. Sin embargo no será hasta el siglo CVII cuando se desarrolle este oficio artesano y adquiera una gran raigambre popular que derivara en una doble veriente; por un lado, laparición del oficio de «guarnicionero» relacionado con aquellas piezas hechas de cuero para la caballería, es decir, todo tipo de arreos de montar, cabezales de caballo, zahones, zurrones, etc., y por otro lado, la «talabartería» dedicada a la fabricación de piezas de cuero para la caza y complementos de vestir como cinturones, carteras, bolsos, chaquetas, faltriqueras, cananas, fundas de escopeta, maletas, etc. Por tanto los talleres artesanos del cuero de esta provincia, dedicados a ambos oficios artesanos, van a adquirir gran relevancia gracias a esa actividad surgida en el siglos XIX con los carboneros y carreteros y posteriormente sobre todo a partir de mediados del siglo XX con la aparición de la caza como actividad cinegética que va a dar lugar, a que ese saber artesano que se había transmitido a lo largo del tiempo de padres a hijos, se vea especialmente desarrollado y se convierta en la actualidad en un importante motor socioeconómico de la provincia, donde abundan las tiendas de piel y cuero y los talleres artesanos y cooperativas del sector, que han dado lugar a que este oficio tradicional se transmita de artesanos adultos a jóvenes iniciados en la artesanía del cuero, perviviendo así un oficio de antaño en pleno siglo XXI.

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