Cabezamesada

Se fundó durante la reconquista tras la derrota de Alfonso VI, en la batalla de Uclés. Las huestes cristianas que huyeron por la vega del Riansares, fundaron a sus orillas un castillo que sería feudo de la familia Albornoz. Los Reyes Católicos, en el último tercio del siglo XV, durante el gran maestrazgo de don Alonso de Cárdenas, conceden a la población el título de Villa, erigiéndose el rollo como testimonio de su nueva jurisdicción.

El municipio guarda para el visitante unos cuantos rincones con encanto y algunas construcciones sorprendentes; por el paseo de la ermita se concentran tres lugares de gran interés. Por un lado, la propia ermita de Nuestra Señora del Castillo, un pequeño y muy cuidado templo rectangular; por otro lado, los restos del antiguo castillo del que solo se conserva una torre cuadrada y por último, las curiosas chimeneas de las casas cueva, viviendas excavadas en la tierra que se encuentran aún hoy en perfecto estado de habitabilidad y se esconden en el cerro.

Nos encontramos también con edificios peculiares como el antiguo depósito situado en el callejón de Cantarranas. Se trata de un edificio cilíndrico, de notable altura y construido en cuatro cuerpos, usado en otros tiempos como depósito de agua y grano. En el centro de la localidad, merecen la pena acercarse a la iglesia parroquial. El templo del siglo XVI, está dedicado a la Inmaculada Concepción y muestra en su interior una gran capilla con pinturas de Pedro de Burgos. Por último no debemos olvidar el rollo de justicia, muy bien conservado, pese al desgaste del tiempo, está tallado en piedra y se mantiene en pie desde el siglo XVI. A la protección de su sombra no será extraño encontrar a los mayores del pueblo jugando a la petanca.