Carranque
Parque arqueológico
Plaza
Información de Carranque:
Teléfono: 925 544 065
Web:
Info: Parque Arqueológico de Carranque
Email: administracioncultura@carranque.es
Territorio habitado desde época romana como así nos demuestra una de la joyas arqueológicas más representativas de esta comarca toledana, la Villa de Materno del siglo IV-V d. C., hoy convertida en parque arqueológico, cuenta con unos espectaculares mosaicos que se han conservado hasta nuestros días, entre otros espacios. Sin embargo, la ubicación actual de esta localidad empezaría en época de la Reconquista Cristiana, población que perteneció tanto a la orden del Temple como a la orden de San Juan, marcando, con el paso de los siglos, la configuración de su núcleo urbano. Un compendio de calles y plazas donde la arquitectura popular de antaño y sus monumentos, como la iglesia parroquial del siglo XVI, se irán mezclando con la modernidad y los tiempos contemporáneos para que el visitante pueda disfrutar de ese contraste entre el pasado y el futuro.
El término de Carranque está regado por el río Guadarrama, afluente del Tajo. Su cauce es el elemento más diferenciador y específico del paisaje del entorno, cuya vegetación se compone de chopos, álamos, zarzamoras, juncales, etcétera. En sus parajes se encuentran múltiples especies de aves, como perdices, palomas torcaces, tórtolas, cernícalos, urracas, además de gran cantidad de mamíferos entre los que cabe destacar el conejo, la liebre, el ratón de campo, etcétera. Una flora y fauna característica de las riberas de los ríos. En este valle es donde surgió la conocida Villa Romana de Materno por su espectacular entorno paisajístico. Tierras prácticamente llanas que van descendiendo hasta el valle del Guadarrama y donde predominan esos campos de cultivo, principalmente cereal, vid y olivo. Caminos y senderos discurren por su término municipal, lo que permitirán tanto a ciclistas como senderistas disfrutar de su entorno natural.
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¿Qué ver?
Monumento que data del s. XVI. Consta de tres naves desembocando las laterales en el crucero y separándose la central del mismo mediante arco triunfal. El retablo es obra de Pedro Martínez de Castañeda, de la Escuela de Berruguete.
Edificio compuesto de una sola nave; con techo dintelado y gran moldura y con lunetos que marcan las ventanas semicirculares altas.
Lugar donde la gente del pueblo acudía con sus cántaros a por agua, además de ser utilizado como lavadero por las mujeres del pueblo.
Está constituido en torno a una villa romana que se encuentra a 5,3 kms de distancia del municipio de Carranque (Toledo), en dirección noroeste, formando parte de su término municipal, lindando con la Comunidad de Madrid. Conocido arqueológicamente como el yacimiento de Santa María de Abajo de Carranque, este enclave surgió en un momento altoimperial como centro de explotación de los recursos agrícolas del entorno, y en época tardorromana se configuraba como un importante centro de poder de un territorio aún por definir y caracterizar. Su papel como centro de poder territorial se manifiesta a través de la construcción del importante edificio palacial, erigido a finales del siglo IV o inicios del V d. C. Concebido como potente manifestación material -arquitectónica y decorativa- del poder de su propietario, la construcción se convirtió en hito paisajístico de ese dominio. Este edificio palacial, arruinado como tal a partir de mediados del siglo V d. C., se transformó en centro de atracción para las ocupaciones humanas desarrolladas a partir de ese momento. Su potente arquitectura y su evidente papel como referente del poder territorial determinaron su ocupación en época tardoantigua/visigoda y la instalación de un edificio de culto cristiano, en torno al cual se desarrolló una amplia necrópolis. En época paleoandalusí, el solar continuó siendo un referente que atrajo la presencia de nuevas comunidades allí instaladas, siendo además objeto de intenso expolio su material lapídeo por parte del señor del cercano castillo de Olmos. Tras la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085, este solar parece integrarse en los dominios de la iglesia de Segovia por donación de Alfonso VII. En 1136 ya está constatada la presencia de la iglesia de Santa María de Batres, erigida años antes sobre la ruina del antiguo edificio palacial tardorromano y convertida en cabeza de un monasterio en 1152. Esta iglesia de Santa María de Batres se mantenía en pie a finales del siglo XVI, si bien en ese momento ya apenas como modesta ermita rural. El Parque arqueológico de Carranque, pues, atesora los restos de una villa romana descubierta, casualmente, en 1983 por Samuel Iglesias. La colección de mosaicos de la villa, lo convierte en uno de los conjuntos más importantes de la península Ibérica, siendo una de las joyas arqueológicas de Castilla-La Macha. Se extienden ocupando una superficie de 600 m2 y recrean, la gran mayoría, temas mitológicos: personajes de la Iliada, representaciones de Neptuno y Animona, Diana y Acteón, Hilas y las Ninfas, Píramo y Tisbe, bustos de Minerva, Diana y Hércules, etcétera. El Parque arqueológico permite a los visitantes viajar en el tiempo y conocer cómo era la vida en una época de transición entre la edad antigua y la edad media.