Ciudad de Vascos

El yacimiento arqueológico conocido como "Ciudad de Vascos" corresponde a los restos de una antigua madina de al-Andalus que estuvo habitada entre los siglos IX y XII, y que en la actualidad se encuentra despoblada.

Visitar Vascos es entrar por un resquicio en la historia de la presencia islámica en la Península Ibérica.

El acceso es difícil, primero por caminos, después a través de una pista irregular de tierra. Pero según nos acercamos, el paisaje es bellísimo, salvaje, un auténtico espectáculo en primavera: almendros, encinas, enebros y acebuches pueblan las abruptas formaciones de roca que excava el río Huso.

En mitad de un terreno escarpado, recibimos el primer impacto: unos restos defensivos de unos 3 km que circundan 8 hectáreas de superficie. Extramuros, vemos ruinas de un arrabal y dos cementerios, unas tenerías y unos baños. Dentro de las murallas, todo un entramado urbano con manzanas de viviendas, alcantarillado, zocos, mezquitas, tiendas… Y al fondo, dominándolo todo sobre un promontorio rocoso, colgada sobre el río, la alcazaba.

Ciudad de Vascos es el paradigma de lo que era una medina –o ciudad– de al-Ándalus entre los siglos IX y XII, cuando estuvo habitada.

Casi todo lo demás alrededor de su historia es un misterio. Por qué en este lugar, cuándo se fundó, cuándo se despuebla y por qué, incluso el origen de su nombre actual o el que tuvo en aquellos siglos… casi todo, se suele responder mediante diversas teorías.

Uno de los aspectos más importantes del yacimiento es la buena conservación de las murallas y la alcazaba, que forman un conjunto defensivo de gran relevancia. Traspasadas sus puertas, paseamos por las calles en las que una vez hubo zocos, mezquitas, tiendas… nos aproximamos así a la vida cotidiana, privada y pública, de las gentes, alfareros, herreros, curtidores, soldados... que habitaron la ciudad. Cabe destacar el complejo sistema hidráulico que encauzaba los manantiales de las sierras vecinas a través de arroyos para alimentar un embalse y un amplio abrevadero próximo al poblado. Vemos, de hecho, los restos de un baño público que aprovechaba estas aguas y un avanzado sistema de alcantarillado.

HORARIO DE VISITA

Sábados por la mañana desde el 16 de mayo al 31 de enero

Contacto:  Ayuntamiento de Navalmoralejo, Pza. de la Constitución nº 1, 45573 Navalmoralejo (Toledo).

Teléfono  925 43 63 17

La visita es libre

El acceso se realiza por un camino de tierra que nace en dirección este en el cruce de Navalmoralejo en la carretera CM-4100, de Puente del Arzobispo a La Estrella. El camino se interna por la finca de Fuentelapio, para continuar hasta la finca “Las Cucañas” donde se encuentra el yacimiento. En ella encontraremos indicadores que nos dirigirán a la ciudad de Vascos.

El acceso no es transitable para autobuses.

Consejos
Se ruega a los visitantes que protejan y mantengan este monumento ya que nos corresponde a todos su preservación. Por ello se solicita que no se suban a las estructuras murarías, respeten las áreas excavadas y sigan los caminos marcados.

CENTRO DE INTERPRETACIÓN: CERRADO TEMPORALMENTE

Se halla ubicado en la población de Navalmoralejo, en las antiguas escuelas de dicha población. Su acceso es gratuito y para poder acceder se puede realizar solicitando la llave en el bar que hay enfrente.

Éste es un espacio acondicionado para la explicación de los importantes restos del pasado histórico de esta comarca y en el que podemos encontrar, a partir de una serie de paneles y un audiovisual, la evolución de la ocupación del territorio circundante a la Ciudad de Vascos a lo largo de la historia, y que permite conocer la importancia de este yacimiento.

En este edificio además podemos encontrar una muestra de algunos de los hallazgos materiales encontrados en el yacimiento, como pueden ser alquerques, mazos de cantero/minero, y una selección cerámica, que da idea de algunos de los más comunes hallazgos y que formaban parte de la vida cotidiana de la población de Vascos.