El Toboso
Torre Iglesia
Información de El Toboso:
Teléfono: 925 568 226
Web: https://www.eltoboso.es/patrimonio
Info:
Guía turística
Email: oficinadeturismo@eltoboso.es
Estatuas de Dulcinea y Don Quijote de la Mancha
Desde tiempos iberos el poblamiento de las tierras de este municipio ha sido continuado en las diferentes épocas de la historia aunque sería en época de la reconquista cristiana en el siglo XIII cuando se va a crear el núcleo de esta localidad de la mano de la orden de Santiago. Sin embargo, El Toboso debe buena parte de su fama a la obra cervantina puesto que todo recuerda a Alonso Quijano. De aquí era la joven Aldonza Lorenzo, a quien Don Quijote, vino a llamar "Dulcinea del Toboso". Pocos lugares de su entorno pueden rivalizar con El Toboso en belleza, alberga entre sus calles y plazas monumentos de interés histórico, artístico y cultural, además de numerosos rincones llenos del encanto, de las pequeñas villas manchegas, con sus tradicionales edificios de mampostería y tapial, y el refulgente blanqueado de sus muros. Pasear por su casco histórico es rememorar ese pasado literario trasladándonos a los siglo XVI y XVII cuando sus principales monumentos configuran la estructura urbana que el visitante va a poder contemplar. A ello, se suman sus museos que giran en torno a la figura de la conocida Dulcinea y el legado que Cervantes ha dejado en esta población para la posteridad.
Municipio enclavado en la llanura de la comarca manchega donde predominan sus extensos campos de cultivo dedicados principalmente a la vid, de ahí sus vinos D.O. La Mancha. Recorrer esta localidad es disfrutar de auténticos parajes quijotescos donde, además de las rutas literarias o nocturnas por el su casco histórico, el visitante puede practicar senderismo o recorrer su término en bicicleta por diferentes vías y senderos, como el camino de Santiago proveniente del sureste, que atraviesa esta localidad ofreciendo al peregrino un histórico lugar donde descansar.
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¿Qué ver?
Declarada Monumento de Interés Cultural y es considerada “la catedral de La Mancha” por su grandiosidad. Está dedicada a San Antonio Abad y pertenece a la última época del gótico. La planta es cuadrada con tres naves iguales, y la bóveda de crucería, se apoya en grandes columnas cilíndricas. En el s. XVII se añadieron tres tramos: altar mayor, laterales y varias capillas. En la de los Hierros se conserva una imagen de San Agustín cuya cabeza policromada pertenece a la escuela castellana del s. XVII. Las portadas son renacentistas de finales del s. XVI. La torre, del mismo siglo, consta de tres cuerpos: el primero de estilo plateresco y los dos superiores de estilo herreriano. En el capítulo IX de la 2ª parte de El Quijote, se hace referencia ya a esta iglesia y es descrita precisamente por Cervantes, siendo la iglesia donde rezó Dulcinea.
Llamado el “pequeño Escorial de La Mancha”, está declarado Monumento de Interés Cultural. Se trata de un edificio de planta rectangular y dos alturas construido en el s. XVII. Su estilo herreriano impresiona por su sencillez y austeridad. La espigada espadaña parece ser de construcción posterior, presenta frontal partido en dos esbeltos torreones. Cuenta el convento con claustro de dos plantas e iglesia barroca. Su interior alberga también un museo con una valiosa colección de arte religioso.
En la antigua ermita de San Benito, se fundó a mediados del s. XVI un beaterio o cenobio. Hoy es el actual convento de las HH. Clarisas, obra de estilo renacentista restaurada en el s. XX y que solo conserva de su origen la antigua portada de la iglesia.
Situado en el interior del convento de Trinitarias, alberga una valiosa colección de pinturas e imaginería de la escuela española del s. XVII, así como orfebrería, ornamentos y bordados en oro que las Madres Trinitarias realizan desde hace siglos. Se recrea también la celda de Sor Ángela María de la Concepción y la vida de clausura en la época de su fundación. Desde el acceso al museo se puede contemplar el patio del convento y los frescos que decoran su corredor.
Conocida desde antiguo como casa de la Torrecilla, perteneció a Dña. Ana Martínez Zarco de Morales, a la que Cervantes inmortalizó con el nombre de Dulcinea (Dulce Ana). Reconstruida en la década de los sesenta, mantiene parte de su estructura original del s. XVI y es un ejemplo típico de las casas que habitaban los hidalgos y labradores ricos de La Mancha. Se accede a través de un zaguán que da paso a las zonas de servicio: cocina, despensa, palomar, corrales, una almazara y prensa para uva. En la planta superior, el despacho y dormitorios. Conserva mobiliario de la época de gran interés y sabor popular. Edificio dotado de medidas de accesibilidad.
Exposición de ediciones de El Quijote en más de 70 idiomas y firmadas en su mayoría por personalidades de la política y la cultura desde su fundación, en los años 20, hasta hoy. Contiene ediciones de los primeros años firmadas por Mussolini, Fidel Castro, Ronald Reagan, Nelson Mandela…, o la edición de “El anillo de los Nibelungos”, enviada por Hitler o El Libro Verde de la Revolución firmado por Gadaffi, etcétera. Provienen de países tan dispares como Etiopia, Rusia, China, India, de todo el mundo. Es una muestra de libertad y diversidad cultural e ideológica, como El Quijote en sí mismo. Edificio dotado de medidas de accesibilidad.
El museo contiene una importante colección de dibujos, única en el mundo, con unas 90 ilustraciones humorísticas dedicadas a la figura de Dulcinea que han sido realizadas por los más famosos humoristas españoles y extranjeros, entre ellos Mingote, Mendi, Peridis… La muestra parte de una cesión del dibujante y humorista Don José Luís Martín Mena, popularmente conocido como "Mena". Además, el museo alberga algunas obras dedicadas a El Quijote de autores como Chumy Chumez, Almarza, Alfredo, Ballesta o Madrigal. La exposición se exhibe en una casa decorada y construida al estilo del siglo XVI, recreando el ambiente de la novela cervantina.
Edificio del siglo XVIII de planta rectangular y ábside plano, cuya nave se cubre por bóveda de cañón. Pilastra con capiteles jónicos y cornisa que recorre la nave. Tiene dos capillas laterales a las que se accede por arcos de medio punto. Coro a los pies, sujetos por grandes ménsulas. Exteriormente tiene puerta de acceso a los pies, adintelada de piedra, la fábrica es de mampostería enfoscada y sillares formando zócalo. La nave se cubre a dos aguas y las capillas a tres.
Edificio de planta rectangular de una sola nave que se cubre con entramado de madera. Arco triunfal de medio punto, apoyado en gruesos pilares de capitel moldurado; la capilla mayor es cuadrada y se cubre por cúpula de media naranja sobre pechinas rematándose por linterna, decoración barroca. A los pies, arco de medio punto adovelado, enmarcado por alfiz de sillares. La capilla mayor, que destaca en volumen del resto, es de sillar y se cubre a cuatro aguas, rematándose por un pequeño campanario rectangular de cuatro ojos.
Edificio de los siglos XVI-XVII de planta de cruz latina con nave muy corta, de la que sólo se conserva parte de los muros. En cuanto al crucero, se conservan los cuatro arcos torales, así como parte del alto tambor que sujeta la cúpula y de los que cierran los brazos y cabecera. Fabrica de gruesos muros de mampostería, con sillar en esquina.