Esquivias
Casa museo Cervantes
Iglesia
Información de Esquivias:
Teléfono: 925 520 161
Web: https://esquivias.es/turismo/ver
Info:
Email: esquivias@diputoledo.es
Municipio ocupado por el hombre desde el Paleolítico y continuado por el resto de culturas a lo largo de la historia, como así lo atestiguan los restos arqueológicos encontrados en su territorio. Sin embargo, será en tiempos de la Reconquista cristiana cuando se vaya forjando el asentamiento de esta localidad, que tendrá su apogeo en el siglo XVI por el establecimiento de varias familias nobiliarias como los Palacios, familia a la que estaría unida Miguel de Cervantes Saavedra al casar con Doña Catalina de Palacios, miembro de esta familia. Debido a la localización de su residencia habitual en Esquivias, Cervantes va a escribir parte del Quijote en esta villa otorgándole a la localidad gran fama y esplendor que hoy día continua. Recorrer sus calles es empaparse de un pasado de gran hidalguía, de un pasado cervantino que impregna sus bellos rincones como el visitante podrá observar en las numerosas casas-palacio que se pueden observar. Este acontecimiento tan relevante marcó la historia de este municipio, que posteriormente en el siglo XVIII volverá a tener una época de apogeo con la construcción de sus principales monumentos como la iglesia parroquial, el ayuntamiento o el convento Capuchino. Cualquier apasionado de la literatura y de Cervantes puede descubrir en su casco urbano el legado que este gran escritor ha dejado para la posteridad, tanto visitando la casa-museo donde residió como paseando por su entramado urbano, donde arquitectura pasada y monumentos contemporáneos se funden para resaltar la figura de Miguel de Cervantes y su obra más conocida, El Quijote.
Esquivias se encuentra al pie de una loma llana junto a los cerros de la Cruz y Santa Bárbara, cerros que aportan una masa forestal a su territorio siendo el lugar de ocio y esparcimiento de los esquivianos. Prácticamente todo su término está formado por campos de cultivo de cereal, olivar y viñedo. Campos que son atravesados por caminos y rutas que permiten al visitante descubrir el entorno paisajístico en el que vivió Cervantes junto a su mujer y que tanto, a pie como en bicicleta, permite observar la inmensidad de la llanura y las tierras sagreñas.
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¿Qué ver?
La actual iglesia fue construida sobre el mismo solar que ocupaba la primitiva iglesia de Santa María de la Asunción, que existió hasta 1786, donde Cervantes y Catalina contrajeron matrimonio y donde estaban enterrados, entre otros, los padres de Catalina. En 1785 se comenzó a construir la actual iglesia sobre las ruinas de la anterior, conservando de la antigua iglesia la cabecera, la torre y una pila bautismal que data de 1686. En 1794 se concluyeron las obras de la iglesia, alzada según los cánones neoclásicos y hechuras del maestro alemán Haan, discípulo de Sabatini. Aunque el edificio es de estilo neoclásico, se respetó el gótico mudéjar de la torre. La torre es de un solo cuerpo con ventanas saeteras rematando en un cuerpo más estrecho que aloja un campanario de un ojo por cara. El exterior es de construcción típica toledana, con mampostería y ladrillo. El templo se compone de una gran nave cuadrada sustentada por cuatro enormes columnas de piedra de Colmenar y de una capilla cuadrilonga en su costado oriental, donde está el altar mayor. En el techo observamos 12 arcos de medio punto sobre los que apoyan nueve bóvedas de pañuelo. Desgraciadamente se perdió el retablo renacentista que presidía el altar mayor, ante el que Cervantes diera su sí matrimonial a Catalina.
Esquivias ha conservado a lo largo del tiempo esta ilustre mansión en la que se mantiene intactas todas las características de las casonas de labradores acomodados del siglo XVI. Es una típica casona de dos plantas con patio empedrado al que se accede por un portalón y que conserva perfectamente la estructura de los techos, de vigas vistas, así como las puertas con los herrajes y las rejas de las ventanas. En 1971 fue declarada Monumento Histórico-Artístico. Posteriormente, en 1990 la Fundación Ramón Areces concede al ayuntamiento de Esquivias el importe económico necesario para la adquisición del inmueble, con el plácet de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, hasta entonces de propiedad particular. En 1991 comienzan las obras de restauración y finalmente la Casa Museo de Cervantes fue inaugurada el 12 de Diciembre de 1994, coincidiendo con la celebración del aniversario del matrimonio entre Catalina de Palacios y Miguel de Cervantes. Todos los rincones de la mansión nos provocan imaginar cómo era el tipo de vida de las gentes del siglo XVI, las cocinas, las alacenas, los patios empedrados, el cuarto de costura, la cuadra, el lagar, los pozos, las paredes de tapial y la bodega, donde las enormes tinajas conservaban el buen vino que se hacía en Esquivias. El vino llegó a ser muy famoso, lo que queda demostrado por un decreto Real de 1530, según el cual el vino de Esquivias estaba reservado para la casa real, la nobleza española y para enfermos y parturientas con receta médica. Al igual que la mayoría de las casas antiguas de Esquivias, la casa de Cervantes aún conserva su cueva, destinada principalmente como despensa donde reposa el vino. La casa perteneció, como consta en el escudo de su fachada principal, al hidalgo Don Alonso Quijada de Salazar, miembro de la familia de los Quijadas, ricos terratenientes esquivianos. En las vitrinas del museo se exponen varias ediciones de la obra inmortal de Cervantes, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, traducidas en diferentes lenguas, la más antigua de todas ellas una edición inglesa del siglo XVII. La Exposición también atesora varias copias de documentos del siglo XVI pertenecientes a los libros parroquiales que demuestran la existencia de algunos personajes de “El Quijote”, que vivían en Esquivias en la misma época en la que Cervantes era vecino del lugar, como es el caso de Diego Ricote, El bachiller Sansón Carrasco, El Vizcaíno, Juana Gutiérrez, Mari Gutiérrez y Teresa Cascajo, pero en el famoso libro también aparecen reflejados algunos rincones de esa casa, como la ventana de la biblioteca a través de la cual son arrojados al fuego del corral los libros expurgados de la biblioteca de Don Quijote.
Casa palacial de dos plantas. Los huecos de puertas y ventanas de la planta baja han sido muy reformados, sólo se conserva original el hueco central con rejería de la época, y la portada lateral con recercado de piedras y cornisa moldurada. En el piso superior podemos observar un gran balcón enrejado sobre tornapuntas de hierro y otros 3 balcones menos prominentes con barandillas metálicas de diferentes épocas. Sobre la puerta destaca el escudo de la familia Salazar flanqueado a ambos lados por las cruces de Malta y Santiago, órdenes militares a las que pertenecían sus propietarios.
Se trata de un caserón del siglo XVI con dos plantas, exento, formado por la vivienda, el corral, y antiguas dependencias agropecuarias. La planta baja tiene un gran ventanal con viga en dintel de madera y reja de hierro, a los lados hay ventanas más pequeñas y podemos ver dos puertas, la de acceso a la derecha. En la parte superior observamos dos balcones enrejados y un alero de madera con pequeñas ménsulas pareadas algo molduradas. La casa está cubierta a dos aguas con teja árabe y tiene una buhardilla.
Tiene planta en forma de “L” y una altura de dos pisos. La fachada principal en la planta baja conserva de su original únicamente el portalón, el recercado general, la cornisa y el escudo. En la planta alta se conserva el balcón central con barandal de hierro de la época y los dos balcones laterales fueron añadidos posteriormente.
Antiguamente había dos casas consistoriales en la plaza, una construida en 1629 y otra, la actual, en 1798, que es la única que se conserva. El ayuntamiento está formado por una planta alargada con dos alturas. El cuerpo central tiene un soportal con dos columnas exentas de orden toscano sobre dados y otras dos semicolumnas adosadas a los cuerpos laterales. Las cuatro están realizadas en piedra blanca de Colmenar. El cuerpo superior con corredor abierto de madera, sujeto por cinco pies derechos con ménsulas.
Fue construido durante los años 1719-1725 mediante aportaciones económicas de los vecinos. El exterior se caracteriza por la fábrica de mampostería y cadenas de ladrillo al estilo toledano. Fue habitado por monjes de la orden de los Capuchinos, religiosos descalzos de la orden franciscana que usan hábito con capucha. La rama capuchina de los franciscanos fue fundada en el siglo XVI por Matteo di Bassi, con el fin de restablecer las reglas franciscanas en su vigor y simplicidad primitivas. En su cripta aún se conservan momias naturales pertenecientes a los monjes difuntos que habitaban el convento. Son cinco cadáveres en los que aún se conserva la piel, ennegrecida y amojamada, bajo la que se distinguen algunos tendones. La conservación natural de estos cuerpos se debe al clima y al grado de humedad que hay en ese lugar, ya que se probó a sacarlas de allí y empezaron a descomponerse. En 1843, se formalizó la cesión del convento al ayuntamiento mediante orden de la Junta Superior de Ventas de Bienes Nacionales, aunque de acuerdo con el deslinde que acompaña a la propia orden, ya se estaba utilizando como escuela de niños y niñas. El convento fue destruido en 1936 durante la guerra Civil y en la parte que habían ocupado las dependencias de los monjes se levantaron las “Antiguas Escuelas”. También en este momento se quemó la iglesia del convento que quedó medio en ruinas, tal y como la vemos actualmente. Desde entonces, la iglesia sólo se ha utilizado parcialmente como almacén de grano en 1940. El resto del conjunto se ha seguido utilizando como escuela, uso que ha tenido hasta hace unos años y, esporádicamente, se ha utilizado como cárcel o cuartel de la Milicia Nacional. Ahora, la zona ocupada por la antigua Sacristía se ha convertido en Hogar del Pensionista y las capillas del lado del Evangelio, eran el Juzgado de Paz hasta hace unos años.
Tiene planta rectangular con cubierta a dos aguas. Por una ventana lateral de medio punto penetra la única luz natural que ilumina el lugar. Destaca un altar barroco de estilo churrigueresco, es decir, barroco tardío que se caracteriza por el recargamiento de la decoración y las columnas retorcidas o columnas salomónicas. En el centro del retablo aparece San Roque.
Situada en la plaza Mayor. Realizada por orden del rey Carlos IV en 1791 en “beneficio de la salud pública”. Antiguamente se utilizaba como abrevadero para el ganado. El agua que sale continuamente a través de dos tubos, procede de una conducción subterránea, que por medio de tuberías se trae desde las afueras del pueblo. Es de estilo neoclásico, al igual que dos de los edificios más importantes de Esquivias después de la Casa de Cervantes: el convento y la iglesia. Tiene planta semicircular y está adosada a una vivienda. Se construyó con grandes sillares de piedra blanca de Colmenar. El frontal está rematado con una cornisa en la que destacan los dos pináculos de bola que se alzan a ambos lados.
Es un edificio del siglo XVIII de estilo barroco con tres plantas y torreón. Aquí solía hospedarse el escritor Azorín durante sus estancias en Esquivias. Las ventanas han sido reformadas en la planta baja, donde se han empequeñecido y se han quitado las rejas originales. En la segunda planta, separada por imposta de la planta baja, observamos balcones con dintel de sardinel y alineados verticalmente con los huecos de la planta baja. En la tercera planta vemos ventanas adinteladas de dimensiones reducidas. El torreón es de planta cuadrada con ventanas centradas en los paños y alero de madera sobre mensulillas. El paramento es de piedra con cadenas y recercados de ladrillo en planta baja y únicamente de ladrillo en el resto de las plantas. En los últimos años se han inutilizado la planta alta y el torreón, vemos como los huecos de las ventanas han sido cegados.
Levantado en febrero de 1768 cuando se concede a este lugar el privilegio de Villa Real. Se encuentra a la entrada del pueblo viniendo desde Yeles. No termina en cruz, como es lo habitual. A este tipo de construcciones también se les da el nombre de rollo de justicia porque en él se colgaba a los condenados a muerte para que dieran ejemplo a los demás.
Fue mandado construir en el siglo XVI por el cura Juan de Palacios, tío de la mujer de Cervantes. Como curiosidad, podemos decir que el fundador dejó mandado que se diera pan cocido a los vecinos de Esquivias y que no se distribuyese trigo en grano porque “se cobraba mal”. Edificio de estilo popular con planta rectangular en esquina. Tiene dos alturas, la segunda probablemente añadida posteriormente. La planta baja con acceso y dos huecos laterales en la fachada mayor y otro en la menor, todos ellos pequeños, adintelado y regulares. La planta superior tiene varios huecos que no guardan correspondencia con los inferiores, excepto el balcón de la fachada menor que va sobre la ventana. Una pequeña cornisa moldurada remata los muros revocados y enlucidos en blanco.
Es una singular obra de estilo modernista realizada en honor a los dos singulares personajes de “El Quijote”. Está inspirada en un diseño de Julián Rodríguez Anaya y realizada por el artesano Manuel González Torrejón en 1967 a base de diferentes útiles de hierro como cadenas, ejes o ruedas y piezas de cerrajería.
Realizado por Juan de Ávalos en piedra blanca, arquitecto, escultor, académico de Bellas Artes y pintor de larga trayectoria, distinguido con numerosos premios y autor de un gran número de monumentos y esculturas como el Monumento a la Libertad, a la Constitución y a la Paz.
Instalado en la plaza de España, frente al ayuntamiento, el monumento está dedicado a la esquiviana más universal, Catalina de Palacios, que fue la esposa de Cervantes. Se trata de un busto realizado en bronce, sobre pedestal de granito, por el escultor toledano D. Luis Martín de Vidales, en 1998.