La Pueblanueva
Iglesia de la Encarnación
Mausoleo las Vegas
Información de La Pueblanueva:
Teléfono: 925 860 002
Web: https://www.aytopueblanueva.com/nuestro-pueblo/turismo/lugares-de-inter%C3%A9s/
Info:
Email: info@lapueblanueva.com
Localidad situada en el valle del Tajo que surgió a finales del siglo XV como unión de varios poblados existentes en su territorio. Sin embargo, estas tierras estuvieron pobladas desde época romana como demuestra la existencia de varios yacimientos arqueológicos de esa época siendo el más importante el enclavado en la pedanía de Las Vegas de San Antonio, perteneciente a este municipio, donde apareció un extraordinario Sarcófago hispano-romano de los siglos II-III D.C., cerca de los yacimientos romanos situados en las labranzas del Álamo y Santa María y en el Cerro de Santa María, asociados a esta necrópolis.
Las aguas del rio Tajo, que riegan este término municipal formando un gran meandro, han creado un paisaje muy peculiar debido a las grandes barrancas excavadas por el río y los arroyos que rompen las terrazas cuaternarias. Terrenos de excepcional valor ecológico con una fauna y flora característica donde abundan los bosquetes de ribera de álamo blanco y tarayeras, junto a bosques de coscojas y olivas que completan la singular belleza de estas tierras. Rutas de senderismo recorren este territorio atravesando las Barrancas del Infierno y la cuenca del río Sangrera.
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¿Qué ver?
Edificio construido en ladrillo y mampostería con piedras de cuarcita, destaca su torre y una portada gótico mudéjar en el muro Norte.
Edificio de arquitectura popular construido en el siglo XVIII y dedicando a la Patrona del Municipio. Es de una sola nave y en los pies tiene un coro con balaustrada. En el frente en el cabecero tiene un altar en hornacina de medio punto.
El Mausoleo de Las Vegas está situado en la pedanía de Las Vegas de San Antonio, perteneciente al municipio de La Pueblanueva. Ubicado en la margen izquierda del río Tajo, cercano a las labranzas de El Álamo y Santa María y del Cerro de Santa María, donde se sitúan los importantes yacimientos de hábitat romanos asociados a esta necrópolis. Se cuenta con noticias de la aparición de éste desde 1871 por un informe del erudito Jiménez de la Llave a la Real Academia de la Historia, habiendo sido documentada y excavada la cripta subterránea a mediados de la década de los años sesenta del siglo XX por miembros del Instituto Arqueológico Alemán de Madrid.
El Mausoleo representa un gran edificio monumental romano de época tardía en forma de panteón de enterramiento colectivo parental, tipológicamente encuadrable en la serie de grandes edificios sepulcrales centrales, excepcional para el ámbito del occidente del imperio (de influencia oriental y del Lacio), y que continúa como edificio durante la etapa visigoda e incluso islámica y cristiana bajo medieval, asociado a un yacimiento en forma de necrópolis por la existencia al exterior tanto de otras estructuras habitacionales posteriores a la construcción y una serie de inhumaciones tanto en tumbas como fosas, de individuos infantiles y adultos.
La estructura inmueble representa un edificio de planta octogonal del cual quedan aún las cimentaciones de dos líneas concéntricas, los entalles de entrada, vanos y apoyos, así como una cripta en forma de segmento de octógono en la mitad central. La fábrica de la construcción está compuesta por «opus caementicium», mientras que la cripta está construida con sillares tallados de granito, y su bóveda era de ladrillos con enlucido interior de estuco, completándose suelos con «opus signinum», y restos de fragmentos de mármoles que forraron el edificio.
Como evidencias muebles arqueológicas cabe destacar además de cerámicas finas (terras sigillatas claras) y comunes, tanto tardoromanas como visigodas y medievales (islámicas y cristianas), la existencia de al menos tres sarcófagos, de los cuales al menos el historiado realizado en mármol y denominado «Sarcófago de los Apóstoles» (encuadrado en época del emperador Teodosio) se encuentra expuesto en el Museo Arqueológico Nacional, mientras que los otros dos de granito se encuentran desaparecidos.
El parque de esculturas Bravo por el Reciclaje cuenta con 150 esculturas realizadas íntegramente con materiales reciclados entre 147 olivos con una antigüedad de 500 años. Es una exposición permanente de instalaciones y esculturas contemporáneas realizadas en su totalidad por el escultor Ricardo Muñoz Bravo.
Característica principal del parque es además de la integración del arte con la naturaleza, la singularidad de su propuesta artística y escultórica que se diferencia del resto en que ninguno ofrece el tipo de escultura enfocada en su totalidad en el reciclaje y la reutilización de materiales.