La Villa de Don Fadrique
Area Natural
Iglesia Parroquial de nuestra señora de la Asunción
Información de La Villa de Don Fadrique:
Teléfono: 925 195 061
Web: http://www.villadonfadrique.com/index.php/turismo.html
Info:
Guía turística
Guía turística
Guía turística
Guía turística
Email: ayuntamiento@villadonfadrique.es
Todavía es posible admirar en La Villa de Don Fadrique muestras de la arquitectura popular manchega en casas con sus sencillos pero elegantes y cuidados patios, las frescas cuevas, los techos de artesones, las cámaras perdidas y los pequeños vanos enrejados de las fachadas blanqueadas con cal en las que muchas mujeres de la localidad todavía realizan labores textiles como bordados, encaje de bolillos o ganchillo entre otras cosas. Todo ello habla de un rico pasado señorial, el de un municipio fundado por el Maestre de la orden de Santiago, infante Don Fadrique, que hubiera sido el rey de Castilla de no ser por el cruel asesinato que le propinó su hermanastro Pedro I El Cruel. El rico legado arquitectónico se encuentra disperso por el núcleo central de la villa, por lo que podría considerarse el casco histórico en torno a la iglesia parroquial. Sus monumentos dan fe de un legado cultural que lo configura como una de las poblaciones de La Mancha toledana con más riqueza.
En el término municipal, rodeado de viñas y algunos montes de encinas, llamadas aquí chaparros o carrascas, todavía existen las antiguas quinterías, los silos o viviendas subterráneas y las simples y encantadoras casillas de campo con su pozo y su pequeña huerta. Entorno natural donde destaca la laguna del Salobral lo que aporta un gran valor paisajístico en cuanto a flora y fauna característica de estos complejos lagunares, típicos en esta comarca. Diferentes rutas turísticas y de naturaleza atraviesan su territorio donde senderistas y cicloturistas van a coincidir con peregrinos, que recorren el Camino de Santiago proveniente del sureste, enriqueciendo la cultura popular de esta localidad manchega. Por tanto, diversos atractivos que junto a la observación de aves en su laguna complementan la variada oferta turística de esta población.
Información Turística
Descubre más
¿Qué ver?
La actual iglesia data de principios del siglo XVI. De esa época conserva la portada occidental de estilo gótico y el baptisterio con bóveda del mismo estilo, que se encuentra situado en la base de la torre cuya construcción original se acabó en 1537. El actual campanario fue levantado a principios del siglo XX en sustitución de aquel que se encontraba arruinado. A principios del siglo XVII, según los visitadores de la orden de Santiago, fue ampliado el templo realizando de nueva planta la cabecera del mismo, la sacristía y la capilla del Nazareno. En la segunda mitad del siglo XVIII, probablemente a causa de un incendio, fue renovado casi todo su interior en el estilo tardo-barroco y neoclásico de la época. De entonces es la obra de la nave central con su bóveda de cinco tramos de cañón con lunetos, la capilla de la Inmaculada, la capilla de la Soledad, el pórtico meridional y la ampliación que supuso la nueva capilla del Cristo del Consuelo, patrono de la localidad. También se conserva la pila bautismal fechada en 1548, de estilo gótico-plateresco, que fue restaurada en 1999.
En el panorama de la turbulenta Castilla del siglo XV, con las banderías y partidos de las distintas facciones de la nobleza enfrentadas por el poder de la dinastía de Los Trastamara, los reinados de dos de este linaje, Enrique IV y Juan II, sobresalieron tristemente por este motivo. A causa de esto, y para evitar devastaciones que ya se habían producido en alguna ocasión, los vecinos de La Puebla de Don Fadrique, que así se llamó hasta principios del siglo XX la localidad fadriqueña, acordaron construir un recinto que les sirviera de refugio. Así nació este edificio que era una especia de casa fortaleza con murallas de tapial aspilleradas y una pequeña torre de piedra, "la Torrecilla", también con aspilleras. Como todas las fortalezas de la edad media, tenía un túnel que servía de escape en casos de apuro, la llamada cueva de la Torrecilla sobre la que se han escrito y dicho muchas cosas y que ha quedado finalmente envuelta en la leyenda. La guerra Civil de sucesión entre Juana "La Beltraneja" e Isabel "La Católica" fue el último episodio de esa larga cadena de enfrentamientos en el siglo XV castellano. Al ser Don Alonso de Cárdenas Maestre de la orden de Santiago en esas fechas, del bando de Isabel, fue derribada la Torrecilla por las huestes del marqués de Villena al mando de Gonzalo de Villafuerte, del partido de "La Beltraneja". Esto ocurría hacia 1475. Tras la relativa pacificación que trajo consigo el reinado de los Reyes Católicos, el edificio ya no se reconstruyó y, por la documentación que existe, se sabe que estuvo en ruinas prácticamente todo el siglo XVI. En el XVII estas ruinas fueron adquiridas por la rica familia de "Los Parreño" que lo vuelven a edificar y es cuando adquiere las características que actualmente conserva de gran casa solariega. En el siglo XVIII muere sin descendencia el heredero del mayorazgo, Don Diego Antonio Parreño Ruíz de Alarcón, que lega todos sus bienes a la iglesia, y en la desamortización es adquirida la casa por el marqués de Mudela, Don Francisco de las Rivas, de cuyos descendientes pasó por venta a la familia España, actual propietaria, en los años 40 del siglo XX.
Típico caserón manchego de labradores e hidalgos acomodados con buenas rejas de forma similares en su diseño a las de la casa de los Laras. En el interior, la vieja "botica", farmacia hasta el año 2012, que conserva todos y cada uno de los detalles de las tres generaciones que han regentado este negocio, como la colección de tarros de parafarmacia en cerámica, dispuestos en rancios anaqueles, que exhiben los sugerentes nombres de las sustancias utilizadas en la farmacopea de otros tiempos, como cuerno de ciervo calcinado, pastillas de liquen, goma tragacanto, chocolate purgante y muchas más, convirtiéndose así en un lugar obligado para el visitante que, al entrar en su recinto, se empapará de la historia farmacéutica de más de un siglo de historia. Recientemente ha sido rehabilitado su escudo de armas nobiliario en el dintel de la entrada a la farmacia que exhibe su historia ancestral, esculpido en piedra que muestra dos campos rodeados de cruces templarías, uno de campos de gules y otro con 13 estrellas de seis picos y que perteneció a la familia Cortés de Salazar.