Los Navalucillos


El Chorro

Río Pusa

El término "Navalucillos" proviene de “nava” (tierra fértil) y “lucillos” (sarcófagos de piedra) referidos a los que se excavaron en la roca, de tipo ligeramente antropoide, tal vez para dar enterramiento a los mozárabes que poblaron estos parajes.

En el año 1492 con la expulsión de los judíos, muchos de ellos se asientan en estas tierras dejando como legado algunas costumbres que se conservan hasta el día de hoy, como la de "hacer el sábado", es decir, dedicar este día a la limpieza general de la casa.

Este municipio tiene mucho que ofrecer a los amantes del campo y de la naturaleza. En su término municipal se encuentra parte del Parque Nacional de Cabañeros, declarado parque nacional en 1988, en donde se pueden admirar una extensa variedad de especies de flora y fauna, además de paisajes naturales de gran belleza.

Contemplar la cascada de agua "La Chorrera" cayendo desde 18 metros de altura en el Chorro, en pleno monte Rocigalgo, será todo un deleite para nuestros sentidos.

Información Turística

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¿Qué ver?

Ermita de Ntra. Sra. de las Saleras (s. XVII, XIX, XX)

Sita en la plaza que lleva su nombre, la Ermita de Ntra. Sra. la Virgen de las Saleras data de 1632. Es de estilo Renacentista, tiene planta de cruz latina, con ábside rectangular en el cabecero y ha sufrido varias reformas. El fresco a destacar en el interior del templo lo constituyen las pinturas que decoran la cúpula. Obra de ladrillo y aparejo toledano. La ermita actual es restauración total aunque conserva la estructura general de la primitiva.


Iglesia de San Sebastián

De estilo mudéjar sencillo, el templo parroquial data su existencia del siglo XV, llevándose a cabo varias reformas posteriores. Cuenta con una superficie total de 422 metros cuadrados y tiene forma de cruz latina. Su altar mayor, obra de la escuela de José de Churriguera, destaca por su estilo recargado en ornamentos.

Cascada del Chorro

La chorrera o el Chorro es un salto de agua de 18 metros, está situada en el Parque Nacional de Cabañeros y se puede visitar a diario. Se encuentra rodeado de paredes naturales rebosantes de vegetación y musgo, apenas llega el sol debido a la vegetación exuberante del lugar y gotean hilillos de agua por todas las verdes paredes cuarcíticas, el agua cristalina y fría es la que se bebe en el pueblo, procede de este arroyo que desemboca en el río Pusa.