La colección actual del museo sirve de recordatorio tanto del esplendor vivido por la ciudad durante los siglos XVI y XVII gracias a su producción cerámica, como de la ingente obra del ceramista Ruiz de Luna desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX. En el museo se recupera la fama de la alfarería talaverana con una muestra de aquellos modelos de obras que le dieron prestigio en siglos pasados.