La plaza mayor de Ocaña es una plaza de traza barroca que se comenzó a construir en 1777 por orden de Carlos III. Su planta es la de un rectángulo casi cuadrado, con 18 arcos en los lados mayores y 17 en los lados menores. Las fachadas apoyan sobre pilares de piedra de sillería almohadillada, en los que cargan arcos de medio punto de ladrillo, formando pórticos o galerías cubiertas por la construcción de dos plantas en las que hay balcones y buhardillas superiores. Fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional en 1981.