Ruta de la Cerámica y los Bordados

Esta propuesta nos adentra en los orígenes de la artesanía, es hacer un viaje en el tiempo a la oscuridad de las cuevas prehistóricas, donde los trabajos manuales con piedras y huesos convertían esos materiales en instrumentos de uso diario que poco a poco fueron traspasando la frontera de lo provechoso para introducirse en el mundo de la creación artesanal y artística. Esos trabajos manuales, convertidos en oficios heredados de padres a hijos, son hoy un legado cultural y popular que refleja la historia, las vivencias y la tradición de los pueblos de la provincia de Toledo. Estamos pues ante una expresión artística cuyos cimientos descansan en las tradiciones de una comunidad. Su base es la transmisión del conocimiento a través de generaciones, muchas veces de forma oral y conectada, por tanto, con el patrimonio inmaterial de pueblos y ciudades.

El trabajo del artesano está impregnado de originalidad y singularidad. Trabajan con el alma en las manos, y de sus talleres salen productos únicos arraigados en la tradición más noble y popular de nuestros pueblos. Tradición popular que no cierra las puertas a lo contemporáneo, a lo moderno. Así, en la artesanía del siglo XXI de la provincia de Toledo, tradición e innovación se abrazan para perdurar. Los artesanos toledanos aplican procesos y diseños propios de las nuevas tendencias: la tradición incorporada al desarrollo vertiginoso de los tiempos; han apostado por la apertura creativa en un intento de adaptarse a nuevas formas, nuevos tiempos, nuevos mercados, nuevos e innovadores productos que contribuyen a conservar y renovar un patrimonio cultural único y al desarrollo sostenible, asegurando su permanecen en este mundo globalizado.

La ruta comienza en la cuna de la cerámica de este país, la ciudad de Talavera de la Reina, donde su artesanía se ha convertido en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Un galardón que viene a reconocer su legado histórico a lo largo de los siglos como germen del sistema artesano ceramista de nuestro país. En esta urbe el viajero podrá descubrir espacios tan significativos como la plaza del Pan, donde se encuentra la colegiata de Santa María, el insuperable museo de cerámica Ruiz de Luna, con numerosas colecciones de cerámica conservadas a lo largo de los siglos o los diferentes murales de cerámica, que se encuentran repartidos por la ciudad para recordarnos que nos encontramos en el punto de inicio de la actividad artesana de la cerámica. Desde este centro artesano, el itinerario se dirige hacia la localidad de Navalcán, donde además de su espectacular entorno natural, recorrido por numerosas rutas de senderismo como la ruta de las aves PR-TO 13, el visitante puede deleitarse de la minuciosa artesanía de los bordados, que conserva las antiguas raíces del bordado toledano. Labores calladas y discretas que contrastan con la belleza, colorido y riqueza artística de los productos que salen de sus talleres.  A continuación, el viajero debe dirigirse hacia la villa medieval de Oropesa, donde le espera su imponente castillo, Parador Nacional, y su coqueto casco histórico de traza medieval que se ha conservado hasta nuestros días. Municipio donde los bordados se presentan también como oficio artesano de sus moradores manteniendo viva la llama de la labor artesana del bordado, recorrer sus calles es viajar al medievo para contemplar siglos de historia que han llegado hasta nuestros días.