San Martín de Montalbán
Castillo
Iglesia de San Andrés
Información de San Martín de Montalbán:
Teléfono: 925 417 003
Web: https://sanmartindemontalban.com/
Info: Sitio Histórico Santa María de Melque. - Tfno. 925 789 842 - Email: sanclemente@diputoledo.es
Guía turística
Email: ayuntamiento@sanmartindemontalban.com
Si bien es cierto que San Martín de Montalbán adquirió su categoría de villa en julio de 1665 por cédula real de Felipe IV, su historia como núcleo de población se remonta al neolítico. Prueba de ello son las hachas de piedra pulimentada, restos cerámicos y el dolmen de galería encontrados en su término. Posteriormente, la zona estuvo habitada por una población de origen celta, quizás de cierta importancia, ya que existen, aunque de forma dispersa, varios asentamientos y viviendas subterráneas, utilizadas en ese período, que nos hace pensar en una población de gran envergadura.
En la etapa romana, San Martín de Montalbán, se ve especialmente beneficiado, ya que por sus tierras cruzaban dos de los itinerarios más utilizados, tales como, Tarragona-Mérida y Ávila-Córdoba. De estas antiguas calzadas solo se conserva el “Puente Canasta”. En el período visigodo, el poblado de Melque se convirtió en un floreciente monasterio llamado Sta. Mª de Valdelmec. De aquel gran esplendor, ha permanecido la iglesia de Sta. Mª de Melque, edificada en el siglo VII. La dominación árabe convirtió este cenobio en alcazaba y levantó la fortaleza de San Martín de Montalbán sobre el escarpado cauce del río Torcón. Posteriormente, en el siglo XII, Melque y el Castillo, fueron donados por Alfonso VIII a los Templarios, pasando a formar parte de una de las veintisiete bailías con las que contaban en España.
Si hay algo que caracterice a San Martín de Montalbán, es su legado histórico y su amplia oferta de enclaves arquitectónicos y culturales. En el término municipal, al norte del casco urbano en dirección a La Puebla de Montalbán, podemos contemplar dos de los elementos patrimoniales más importantes de toda Castilla-La Mancha, el castillo de Montalbán y la iglesia de Santa María de Melque.
San Martín de Montalbán, se encuentra enmarcado en un entorno natural privilegiado; cercano a los montes de Toledo y al parque nacional de Cabañeros, la localidad disfruta de parajes verdes que rodean el núcleo urbano, al mismo tiempo que su proximidad lo acerca a diversas rutas y destinos en los que prima el disfrute de la naturaleza. Tal es el caso del Sendero SL-TO 01 “Melque” donde apreciaremos un paisaje típico de bosque mediterráneo y se podrá observar dos de las cinco presas de la zona. Además de recorrer las de San Martín, el visitante puede usar la localidad como punto de salida para recorrer otras sendas ecológicas entorno a los municipios vecinos, completando así un viaje que agrupe cultura y naturaleza a partes iguales.
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¿Qué ver?
De origen musulmán, debió tomar importancia al idearse como fortaleza con el fin de defender la ciudad de Toledo tras su toma por Alfonso VI en 1085. Posteriormente Alfonso VIII donó la fortaleza a la orden de los Guardianes del Templo de Jerusalén (Caballeros del Temple) convirtiéndose en una de las veintisiete encomiendas que poseyeron los templarios en España. Y a en el siglo XIV, el castillo fue concebido como señoría jurisdiccional a Don Alfonso Fernández Coronel. Esta maravillosa fortaleza luce aún su adarve y las magníficas torres Albarranas de planta pentagonal. Del mismo modo puede admirarse un sinfín de saeteras y matacanes, una magnífica torre del homenaje y otras dependencias y recintos amurallados. Es, sin lugar a dudas la fortaleza de mayor tamaño y complejidad de las existentes en Castilla-La Mancha y una de las más importantes de la península Ibérica.
Bajo la advocación de San Andrés Apóstol se construyó a principios del siglo XVII sobre una antigua del siglo XIII de la que solo ha quedado la torre de sillería de características románicas. La actual fue diseñada por Jorge Manuel Theotocópulus, hijo de El Greco. La iglesia es de una sola nave de cruz latina con brazos y cabeceras muy cortos y todos de igual profundidad. El crucero se cubre por bóveda media naranja rebajada sobre arcos formeros y pechinas, que a su vez se apoyan sobre pilastras de esquina; brazos y cabeceras cubiertas por bóveda de medio cañón. En la decoración interior destacan las pinturas murales realizadas por Boris Lugovskoy, obra de gran belleza y de peculiares formas, inusuales por esta zona.
La iglesia de Santa María de Melque, construida a finales del siglo VII, es el templo altomedieval mejor conservado de la península Ibérica. Por sus características constructivas y estado de conservación es un edificio único en el panorama de la arquitectura de estos años en Europa occidental. Su aparejo y su técnica constructiva son una clara herencia de la tradición arquitectónica tardorromana. Sin embargo, su planta y algunos de los escasos elementos decorativos que aún se conservan nos recuerdan a otras construcciones de origen bizantino. La iglesia, de planta cruciforme, conserva íntegras sus distintas naves y una de las capillas laterales; solo parcialmente se conservan otra de estas capillas y una sala sin cubierta dotada de diferentes arcos de herradura, muy pronunciados, de uso aún desconocido, aunque algunas hipótesis apuntan a un lugar previsto para enterramientos. Como principales detalles constructivos hay que desatacar los restos de decoraciones en estuco que se conservan en algunos de los arcos torales del crucero, con motivos vegetales, y la existencia de un nicho que parece preparado para acoger un sarcófago, que podemos vincular con el del personaje responsable de la fundación del templo y, por lo tanto, promotor del monasterio. La amplitud del presbiterio en relación con el resto de las dependencias del edificio muestra el origen monacal de esta construcción, que se convirtió en castillo islámico en los siglos IX-X y que recuperó el culto cristiano como ermita a partir de finales del siglo XI. Al lado del templo se encuentra el Centro de Interpretación Santa María de Melque que cuenta con un diverso material para entender el paso por la historia de este impresionante monumento.
Puente de tres ojos, el central más ancho y salvando el cauce, los otros dos más estrechos apoyados directamente sobre la roca y sirviendo de apoyo a la primitiva rampa. Todos de medio punto. Fábrica de mampostería y sillería en los arcos salvo el central que es de ladrillo. Es el vestigio mejor conservado delo que fuera una calzada romana. La construcción de este puente permitía salvar el río Torcón en un paraje de canchales de gran belleza.
Enterramientos tallados en roca granítica y son similares en factura y carácter a los que se encuentran en la necrópolis de Malamoneda (Hontanar). Actualmente sólo se pueden apreciar dos de ellas pero se cree que bajo el subsuelo existen más sepulcros similares aún por descubrir. El conjunto se encuentra situado próximo a la cañada real Segoviana y es de fácil acceso para el visitante.
Edificación neolítica de carácter funerario formada por la superposición de menhires en posición vertical y otro de ellos apoyado sobre ellos en horizontal. La construcción posee una puerta de acceso, un corredor y una cámara mortuoria en forma circular.