Talavera la Nueva

Monumento de arquitectura popular. Situada en la entrada de la localidad, en el centro de su plaza principal. Posee en el interior gran cantidad de paneles cerámicos donde se puede observar escenas de la vida de San Francisco de Asís, basadas en la leyenda sobre la vida del santo, que utilizó el pintor italiano Giotto para la basílica de Asís, y que en esta Iglesia reprodujo en cerámica el ceramista talaverano Luis González Santamaría. Si la cerámica asombra, el retablo cautiva por su mezcla entre lo clásico y lo moderno de una forma armónica, de estilo barroco.

De construcción popular construida a principios del siglo XXI.

En el siglo XVII se conoce la existencia de algunos ejemplares de verracos que se encontraban en las inmediaciones de la finca de la Alcoba y Torrejón. Su localización nos hace pensar en un posible yacimiento cercano de la II edad del hierro al que estuvieran vinculadas estas esculturas zoomorfas. Teniendo en cuenta la proximidad de poblados de esta época, como el de arroyo Manzanas, al otro lado del Tajo, en el término municipal de Las Herencias, es obvio el asentamiento de una comunidad vetona en los siglos previos a la romanización en esta zona. Esta escultura zoomorfa, que se encuentra en la Casa de la Cultura, posee en los costados y en la espina dorsal varios orificios o cazoletas tallados. Estas esculturas de animales, verracos y toros, se encuentran en nuestro territorio en un gran número, adscrita a los asentamientos vetones y constituyen elementos de delimitación de un territorio entre la Vetonia y la Carpetania, zona fronteriza cuya máxima representación en época romana será Caesarobriga (Talavera de la Reina).

Yacimiento arqueológico de un conjunto romano del siglo I d. C., situado en Talavera la Nueva. El lugar se denomina así posiblemente a partir de Salicetum, con el significado de "Sitio poblado de sauces". Fue descubierta en el siglo XV por el padre Ajofrín, entonces dueño del predio donde se ubica el asentamiento. Los hallazgos más importantes de esa época fueron un ara dedicada a las ninfas, pendientes de oro, sepulturas con cadáveres, molduras de mármol y un busto marmóreo de medio cuerpo que figuraba un varón togado. En 1950 durante la construcción del nuevo barrio pedáneo de Talavera la Nueva se redescubren al realizar zanjas nuevos restos arqueológicos. En 1981 se descubre una pila bautismal tardorromana de gran belleza. La primera campaña de excavación se llevó a cabo en 1982. Se descubrieron muros y un pavimento musivario.

Se inauguró en el año 2006, con motivo del cincuentenario del pueblo (1956-2006), como homenaje a todas aquellas personas que contribuyeron a la creación de este municipio. Obra realizada por el ceramista talaverano Ángel Núñez García.