Tras su conquista en 1085 por Alfonso VI, Toledo se convirtió en encrucijada de tres culturas y ejemplo de convivencia entre musulmanes, judíos y cristianos. Posteriormente el rey Alfonso X “El Sabio”, garantizó los derechos de los musulmanes, los judíos y los cristianos arabizados que vivían en la ciudad, dando así inicio a un pionero ensayo de tolerancia. De esta forma Toledo se convirtió así en la ciudad de las tres culturas. Pasear por sus calles es revivir esta época de esplendor, a través de sus edificios más emblemáticos.