Villaminaya
Iglesia de Santo Domingo de Silos
Naturaleza
Información de Villaminaya:
Teléfono: 925 345 001
Web: https://www.villaminaya.es/
Info:
Guía turística
Email: ayuntamiento@aytovillaminaya.es
Esta villa fue poblada en la antigüedad clásica por hispano-romanos, un poblado de base agrícola que se mantuvo a través de la dominación musulmana, dando lugar a un poblamiento mozárabe, sobre el cual hay una repoblación castellana. En el siglo XVIII, los bienes propios consistían en casas de ayuntamiento, cárcel, carnicería, fragua, prados y algunas parcelas. La mayor parte de las propiedades de las tierras de Villaminaya pertenecían a órdenes conventuales hasta que pasaron a manos particulares tras las desamortizaciones de Mendizábal.
De esta época romana se conservan varias construcciones públicas que podremos disfrutar, como son el puente de Villaverde sobre el río Guadalacete, la presa de “Moracantá” y otros restos como estelas, laudas, etcétera.
Aparte de estos restos arqueológicos también encontraremos otros parajes interesantes donde el agua es el protagonista, como las Lagunas y la peña “Manaera”, un manantial permanente.
En el casco urbano se transita por calles anchas y tranquilas, agradables para el paseo, en especial para aquellos que buscan el sosiego y la tranquilidad que permite la vida de pueblo. Tierra que ofrece al visitante distintas rutas de senderismo recorriendo bellos parajes naturales, como por ejemplo el sendero PR-TO 39 “Paseo por Morcantá y Peña Manaera”
Información Turística
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¿Qué ver?
Se trata de un templo del siglo XVI de una sola nave con planta de cruz latina y brazo profundo. Del original solo quedan en el exterior los brazos, el cabecero plano y parte de la nave, y en el interior las bóvedas de medio cañón del crucero y el ábside, decorados con motivos geométricos. Su cabecera y capilla mayor fue construida de nueva planta en 1614 por Juan del Valle, bajo las trazas de Juan Bautista Monegro.
El puente, de un solo ojo, salva el curso del arroyo Guazalete y abre paso al camino romano de Córdoba a Toledo. La peña “Manaera” es un manantial permanente, situado muy cerca del puente Romano y que cede su nombre al prado contiguo. Este lugar servía de abrevadero y descansadero a los ganados trashumantes que viajaban por la cercana la cañada real.
Data de entre los siglos I y II, es una de las llamadas de regadío. Una pequeña población que habitaría en la zona, se abastecía del agua embalsada del arroyo que procedía del manantial "El Recén".