Es un importante complejo rural y sacro relacionado con las élites tardoantiguas de la capital de Toledo. Los registros arqueológicos y documentales revelan el proceso de monumentalización de Toledo y su territorio a lo largo del siglo VII, y permiten comprender el colapso del modelo territorial romano y su sustitución por un modelo visigodo genuino en el cual los complejos monásticos, sacros y funerarios, caso de Los Hitos, constituyeron nuevos referentes en la ordenación del territorio. La arquitectura documentada en este espacio es especialmente valiosa en este sentido y contexto y, en consecuencia, sirvió para transformar la imagen de las ciudades, territorios y paisajes ligados a los reyes, aristocracias y a las élites religiosas.