Yuncos

Yuncos hunde sus cimientos hasta la época prehistórica, será en la Edad del Bronce cuando los primeros pobladores van a habitar estar tierras como demuestran los restos arqueológicos encontrados en la necrópolis del paraje de Los Valladares. Durante unos siglos sus tierras estarán despobladas hasta que en el siglo XII, en plena Reconquista cristiana, se asientan mozárabes en su término y se empieza a configurar su entramado urbano que se va a mantener a lo largo de los siglos casi intacto, solamente alterado en el siglo XVI por la construcción de su iglesia parroquial de estilo renacentista. Será en los siglos XVIII y XIX cuando el municipio comienza a crecer y a solidificarse su ámbito urbano, el cual perdurará hasta nuestros días. Un pequeño núcleo urbano que no se extenderá ampliamente hasta finales del s. XIX cuando surgen monumentos tan importantes como “la Casa de Ciriaco” de estilo neomúdejar o la Fábrica de Harinas que se unen al patrimonio histórico de este municipio. Pasear por su centro histórico es descubrir un pedacito de su historia que se ha transmitido de generación en generación, con una arquitectura popular que contrasta con la arquitectura contemporánea surgida en el importante crecimiento de esta villa a finales del siglo XX. Complementa su oferta turística el curioso y espectacular museo de “Coches de Cine” que sorprenderá al visitante y hará las delicias de grandes y pequeños.

Esta localidad es un territorio bastante homogéneo y caracterizado por la planitud, sólo rota por algunos accidentes geográficos leves, campos de secano, pequeños olivares y baldíos que rodean la zona urbana. Los fondos de valle son los elementos más significativos donde afloran terrazas fluviales que dan una aproximación al régimen fluvial del pasado. El visitante puede encontrar diversos caminos y rutas que recorren su llanura donde se puede contemplar la inmensidad de sus campos de cultivo salpicados por algunos pequeños bosques de pinares de repoblación, algunos cercanos al centro urbano, que permiten disfrutar de un espacio de sombra donde descansar de sus agradables paseos a pie o en bicicleta.